El otoño para combatir los estragos del verano: manchas, sequedad, flacidez….
En principio, el otoño es el más propicio para la regeneración de la piel tras los ‘excesos’ del verano. Los hábitos adquiridos durante el verano provocan estragos en la piel que florecen en estas fechas.
La calidad de la piel degenera con una exposición excesiva a los rayos ultravioleta. En concreto, aumentan las manchas solares, y también disminuye el colágeno –que son las fibras que tensan la piel- debido al efecto del sol. De este modo, la piel adelgaza, se hace más fina y quebradiza, y pierde elasticidad. Las consecuencias ofrecen una piel de aspecto envejecido y es ahí donde aparecen las arrugas y la flacidez, que pueden corregirse tal y como contábamos en estos seis consejos para pieles maduras.