A causa de problemas congénitos o quizás por traumatismos, la fisonomía del pene puede cambiar, convirtiéndose en un problema estético para el hombre. Incluso, esto puede llegar a afectar su funcionalidad, lo que repercute en el disfrute de la vida sexual y por supuesto, en la autoestima del hombre.
Se recurre a operaciones de aumento de pene o faloplastia, para así tener una mejor estética del miembro. No obstante, se debe tener en cuenta que hay dos tipos de faloplastia, elegir una depende de la condición del pene y lo que necesite el hombre para cambiar la estética de sus genitales.
Alargamiento
Con esta cirugía estética se busca ganar algunos centímetros de pene. De esa forma, el hombre se sentirá más seguro de sí mismo, y de la apariencia que tenga su miembro. También funciona como reconstrucción del pene, brindándole una mejor apariencia, conforme a las expectativas del paciente.
Engrosamiento
Este tipo de faloplastia se centra en dar volumen al pene, es decir, grosor. Sin pasar por un quirófano, es posible tener un miembro más grueso y llamativo. Para eso, se inyecta ácido hialurónico tanto en el glande como en el pene.
Con este tratamiento, puedes obtener hasta un 20% de más engrosamiento estético de tu miembro. El resultado depende de cada paciente, por lo que la cantidad de ácido hialurónico a inyectar varía entre cada hombre.