
Instagram, Snapchat y sus filtros
La moda de los efectos o filtros de Instagram y Snapchat se está haciendo cada vez más popular. Esto ha llegado al punto de que muchos jóvenes entran a quirófano para lograr el aspecto de sus filtros favoritos.
Para muchos, poder conseguir parecerse a la persona que ven en sus pantallas es estar más cerca de ser el canon de belleza ideal que persiguen. De este modo comienzan a ver un filtro como su verdadero yo.
Atrás quedan ya los tratamientos de botox convencionales, el ácido hialurónico o las rinoplastias. Esta nueva moda es subir varios escalones en la medicina estética.
Entre otros “retoques” están: alisar la piel, adelgazar y reducir el tamaño de la nariz, elevar los pómulos y cejas o cambiar el tamaño de ojos y labios.
Este fenómeno se llama “dismorfia Snapchat”. Esta red social fue la primera en introducir el fenómeno del filtro. Pero a ella se han sumado otras plataformas como Instagram, que también los ha añadido a sus famosos stories.
¿En qué consiste esta moda?
Gran cantidad de jóvenes, y algunos no tan jóvenes, se presentan ante su cirujano con una foto para parecerse lo más posible a si versión con filtro.
Buscan mirar el espejo y que el reflejo sea como la persona que ven en su smartphone, alejándose cada vez más de ser una persona real y empezar a asemejarse a un dibujo animado. Esto ha llegado a tal punto en el que queremos ser como una foto irreal, siendo este un ideal de belleza basado en caricaturas y no en personas reales.
Realmente se están provocando graves problemas corporales porque son deformaciones que derivan a problemas de salud mayores. Es una secuencia de operaciones para conseguir una belleza que conlleva perder la propia esencia del ser humano.
Puede llegar a ser peligroso para la salud
Esta moda tan disparatada ha sido muy popularizada en todo el mundo, aunque los cirujanos se niegan a realizar estas intervenciones.
Con estos cánones de belleza inalcanzables, cada vez más personas persiguen un imposible. Pretendemos tener un aspecto creado a partir de un filtro, para embellecer la realidad. Aunque esta práctica puede llegar a ser especialmente peligroso.
La medicina estética es una alternativa eficaz y cada vez más avanzada, mejorando o solucionando situaciones que antes creíamos imposibles. Hoy en día, hace que nos quitemos complejos y estemos conformes con nosotros mismos, sentirnos felices e incluso querernos más, pero esto no se nos puede ir de las manos creando algo imposible.
Dejemos los filtros para las redes sociales y amemos a la persona que somos en realidad.