Antes del procedimiento se debe preparar al paciente con la ingesta de medicamentos que preverán la coagulación de la piel. Para eso, tendrán que hacerse varias consultas antes del día de la operación. Además, el cirujano recomendará un tipo de alimentación para los días previos y un periodo de ayuno el día de la cirugía.
Para comenzar con la cirugía, el profesional hace una incisión que puede ser alrededor del ombligo, encima del pubis o en las inglés. Es lógico que esta operación dejará cicatriz, tal como lo haría una cesárea o cualquier cirugía. Por supuesto, durante la intervención, el paciente recibirá anestesia general.
El siguiente paso será eliminar toda la grasa y piel sobrante. Con este procedimiento, se tensan los músculos, uniéndolos en la línea media del abdomen. De manera que la flacidez del abdomen desaparece, mientras que la cintura se torna más ajustada. Si es un hombre quien se está haciendo la cirugía, se estiran las fibras y la musculatura del abdomen, para posteriormente colocar la piel estirada, retirando el exceso de la misma.
Por último, se sutura la incisión asegurándose de recolocar el ombligo en su lugar. Los resultados de esta operación son inmediatos y permanentes, garantizando plena satisfacción del paciente. Sin embargo, para mantenerlos el paciente debe comprometerse consigo mismo a llevar una dieta saludable y hacer ejercicio de forma regular.